Nuestro mundo se encuentra en una situación que no es nueva para él, aunque algunos de nosotros no éramos conscientes de éstas situaciones antes, el pasado 11 de marzo de 2020 se ha declarado una pandemia a partir de la propagación de un virus, el coronavirus SARS-CoV-2, que apareció en la ciudad de Wuhan (China), el virus se propaga muy rápido y tiene mortandad media. El mundo ha vivido varias veces situaciones consideradas pandemias, entre las cuales se pueden nombrar: la Viruela, Sarampión, la “gripe española” (1918), la peste negra y el VIH.

La facilidad de propagación del virus que causa la pandemia actual hace que todos los países asuman medidas de prevención para disminuir el daño, nuestro país ha determinado, entre otras cosas, que los niños, niñas y adolescentes no acudan a las aulas de clase y lleven sus currículos académicos en casa. Por lo que las instituciones educativas hemos asumido un modelo virtual o a distancia, de manera temporal, teniendo instrucciones educativas por medio de blog, páginas web, vídeo llamadas, clase virtual, o material físico para aquellos que necesiten sea así.

Todas las directrices emanadas para la protección del contagio se proponen la restricción del contacto físico, incluso solicitan solo estar relacionados con las personas que compartimos vivienda, lo cual puede llevarnos a experimentar alteraciones en nuestros estados de ánimo y emociones, a comportarnos de forma diferente y alterar la sana convivencia familiar. El estar de manera indefinida confinado en los espacios familiares sin posibilidad de interacción social, cambiando las rutinas y hábitos sociales, incluso laborales y escolares, puede generar altos niveles de estrés, frente a lo que cada persona y cada familia reacciona de diferente manera.

Frente a la crisis que se puede generar en el vínculo familiar: entre esposos o pareja, entre hermanos, entre padres e hijos, entre otros miembros de la familia; es necesario hacer algo, tener unas acciones que permitan una relación adecuada, de cuidado mutuo y de comprensión. Al respecto existen indicaciones que han dado diferentes entidades, se vale buscar entre esas recomendaciones las que sean posibles y buenas para la propia familia, también se puede buscar el hablar con un experto que ayude a pensar una solución. Puedes encontrar apoyo en líneas nacionales de ayuda, o igualmente solicitarla en el formulario desde orientación escolar, con gusto generaremos la llamada.










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